Los Felices Años Veinte

Los Felices Años Veinte
Imagen de los felices años veinte

jueves, 31 de marzo de 2011

Caida de la bolsa de New York en 1929

El Capitalismo es un sistema que cada determinado período entra en crisis. Una de éstas, la más grave, es la que se produjo en 1929, cuando en octubre de dicho año, 16 millones de títulos lanzados a la venta con la bolsa de valores neoyorquina a bajos precios, no encontraron compradores. Este episodio fue la nota desbordante de esta crisis.
El motivo visible de esta crisis se encontraba en los efectos de la superproducción, por cuanto la enorme acumulación de productos industriales no vendidos y de materias primas no utilizadas produjo un taponamiento dentro del régimen crediticio, que llevó a la catástrofe. El callejón sin salida a que se llegó fue causado por la falta de planificación social y por la desenfrenada competencia de las empresas monopólicas. Esta parálisis económica se tradujo en desocupación y toda una secuela de lacras sociales.

Expansión por todo el mundo:
En Estados Unidos: El hundimiento de la bolsa provocó el llamado “Efecto dominó” que fue derribando una a una todas las piezas de economía norteamericana. Grandes empresas y millares de pequeños accionistas se arruinaron. Estos últimos se vieron obligados a retirar sus ahorros de los bancos. Los bancos no pudieron seguir concediendo créditos y al no poder comprar a plazos, la demanda se contrajo aún más, por lo que la actividad industrial se redujo drásticamente. Las quiebras de bancos y empresas se sucedieron y el paro y la disminución de salarios provocaron un descenso en picado de la demanda.
Pero no sólo la economía norteamericana quedó desecha; pronto, la crisis se propagó a otros países. USA retiró sus créditos de Europa, provocando el hundimiento de las economías europeas sustentado en los préstamos de USA. Europa, a su vez, dejó de comprar productos al resto del mundo. De modo que los países que dependían de la exportación de alimentos y de materias primas vinieron también como sus economías se hundía.

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